martes, 1 de diciembre de 2009

Cést la nuit, l'amour, l'inconscience quienes me alumbran

En el deseo de dejar de ser a traves del papel; de abandonar los pensamientos, de exiliar las emociones entre renglones; en un lugar donde no cabe la posibilidad de estructurar nada, de hacer nada, de fundamentar una existencia, de tener la vision de algo, el contenido, de rellenar la cabeza con pensamientos que buscan sentido y coherencia. Asi, alzando la potencia del no-ser, de lo no-construido, de lo no-lleno.

Son el papel y la caligrafia los que me permiten este vaciado, dejo correr la mano y los pensamientos a la par, en sincronia, provocando el menor desajuste para evitar........ (llega el ocaso, la muerte de lo aun no nacido).

Y yo aqui, dispuesto a celebrarme en una orgia de palabras, chorros de agua que se desploman desde lo alto de la cascada, desde el mismo borde donde cielo, agua y tierra se juntan y separan; y alli en ese lugar donde la vida y la muerte andan cogidas de las manos, estrechas, unidas; alli decidimos.

Decision, decisiones que me elevan y me hunden; decisiones por las que nacemos, por las que vivimos y morimos en la vida. Caminos con un retorno imposible o muy caro de costear; caminos con un sendero imposible de sortear y de imaginar. Caminos.

Mientras ando, las bifurcaciones, las rotondas, los arbustos a un lado, la yerba fresca del otro, el sol radiante, la escarcha, los grandes arboles que me cobijan del sol y de la lluvia, la maleza intransitable, olores que me embriagan y me seducen, la brisa, el hedor a cadaver, los pinchos de los espinos, las amapolas rojas, las flores violetas, amarillas, el viento que me arranca y me traslada. Caminos, senderos, retornos, andares por siempre marcados y desconocidos.

Errante voy con rumbo fijo hacia la muerte; a cada paso me quiero parar, encontrar una sombra o un hueco en una tapia y alli un cantaro con agua fresca, y parar, parar a la noche con la luna alumbrante, los destellos de las estrellas y una buena candela que alienta mi corazon.Y tras una pausa otro paso y otra pausa, hasta el ultimo paso que errante me lleva a la cima donde cielo, tierra y agua se juntan y se separan, desde donde el agua a chorros, cae, hasta perderse en el fondo de un lago cristalino, donde cielo, tierra, agua y yo somos reflejados.

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