jueves, 23 de septiembre de 2010

la vuelta

Presencias de luz entre la penumbra de la mirada, encontrar mas alla de lo conocido una luz que inunda todo el corazon, expandiendo mi pecho hasta hacerlo abierto y calorifico.
Seguir los impulsos de la esencia del ser, esa semilla pequeña, en forma de almendra, caminar con los pasos de una ranita verde, entrelazada en el canal interno que nutre todo mi ser. Subiendo como una serpiente verde brillante por el tronco del arbol hasta encontrarse en lo alto de la cima, hacia el cielo. Y alli la paz, la serenidad de la luz desde la montaña, atravesada por la niebla, confirmando que detras de los fantasmas esta la luz, la presencia.
Desde la humildad de este trozo de barro que soy, me adentro en los espacios del misterio, sin ruta preconcebida para adentrarme, rastrear y salir de este laberinto que es el mundo diario.
Encontrar en mi expresión la sonrisa de un bebe recién nacido con una confianza absoluta en el hecho de estar vivo, con mayusculas. Sentir esa expresion en mi cara y reirme, reirme, reirme, hacia fuera y hacia dentro, y llegar al cielo.
En esta mirada interior hacia lo pequeño que hace diferencia.
Las hojas del alamo, las piedras del suelo, una caricia, un beso en los labios del ser amado, ese rayo de sol que me calienta, la niebla que baja de la montaña, las piernas de Gema asomando en su falda corta, la sonrisa de Adela al despertar, Gerardo remoloneando en la cama, el abrazo de mi padre, mi madre coraje, cantar, escuchar el silencio entrecortado por los cantos de los pajaros.
Porque somos haces de luz, desde los pies a la cabeza, desde la tierra al cielo.
Solo eso luz, mas alla de este envoltorio material, haces de luz.
Me siento bendecido por el misterio. Y profundamente agradecido a la vida.